Hoy he terminado el trabajo académico sobre Sebastiao Salgado que me habían encargado para la asignatura Fotografía I que curso en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna. Sin duda Salgado será uno de esos fotógrafos de referencia -ya lo es- en el futuro, y dado que la extensión máxima de la tarea no es mucho mayor que la de un artículo de blog, me parece muy interesante compartirla con ustedes.
Para comenzar esta aproximación a Sebastião Salgado, me permito parafrasear las palabras que Orville Schell pronunció en el momento de introducirlo ante la audiencia de la School of Journalism de la UC Berkeley: “es bien conocido que, si te sientas a hablar con él, probablemente no caigas en la cuenta que es fotógrafo, porque de lo que realmente se preocupa es del estado del medio ambiente”1.
El compromiso social de uno de los fotógrafos que a pesar de sus éxitos, será recordado por intentar cambiar el mundo desde su objetivo, se resume con sus propias palabras: “No busco que aprecien la luz o la paleta de tonos. Mis imágenes quiero que informen, que provoquen discusión”2.
Sus fotos están caracterizadas por extraer la belleza en blanco y negro de realidades dramáticas, ofreciendo una visión después de traspasar la School of Journalism“zona de confort” del sujeto fotografiado, característica que consigue, como relata Salgado en School of Journalism“The Spectre of Hope”, tras pasar la noche hablando con la gente con la que convive3 . Y es que al Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 1998 le gusta trabajar en proyectos de larga duración, porque “hay tiempo para el fotógrafo y la gente delante de la cámara para entenderse entre ellos”4 y al final se ha dado cuenta que “no es el fotógrafo quien hace la foto, es la persona que está siendo fotografiada”5.
Salgado comenta en Cidadão Do Mundo que recibió críticas que le acusaban de explotar la miseria, de explotar a las personas que fotografiaba lo considera un problema ético, y la ética para él es una decisión individual. Eliges el momento en que ayudas o fotografías, y si fotografías: cómo lo haces, para qué sirve esa fotografía, y muchas veces no pudo ni fotografiar ni ayudar, solo pudo sentarse a llorar6. Pero hay dos servicios que las imágenes pueden hacer por los afectados: una es buscar la historia que exprese la verdad de su aflicción y otra es dar una voz que pueda dar resonancia
más allá de la corteza externa de las circunstancias al llanto inaudible del por qué estoy siendo herido7.
Es más, en la era de la comunicación visual, donde al día estamos bombardeados por una ingente cantidad de imágenes y vídeos,
sin la estética de sus encuadres y la belleza de las iluminaciones, se perdería el interés por sus fotos, y con ello, la posibilidad de reflexionar sobre lo que Sebastião Salgado quiere transmitir. Decide ese formato porque “cualquier fenómeno tiene puntos de intensidad cargados de poder. La fotografía fija ese momento, es un resumen poderoso de la realidad. Y un conjunto de fotografías te cuentan una historia de una forma mucho más contundente de cómo la pueden contar el formato vídeo o cine”8.
El embajador de Buena Voluntad de Unicef, considera que sus luces, son luces del Vale do Doce y su contraluces, son enteramente de un país tropical. La base de la creatividad de su fotografía es 100% brasileña, su manera de hacer el corte representativo del mundo es 100% brasileña9, porque para Salgado: “la técnica es una variable que tú utilizas para expresar ese punto de vista y sólo es importante hasta que la dominas completamente. Cuando la técnica deja de ser una variable y se transforma en una constante, porque la has asimilado de una forma personal y te sientes a gusto con ella, entonces se convierte en el papel sobre el que tú vas a escribir. Cada uno tiene su técnica, pero eso no es lo importante, igual que tampoco lo es la elección del blanco y negro o del color. Lo verdaderamente importante es cómo tú, persona implicada en el momento histórico, vas a recibir informaciones del mundo en el que estás viviendo, las vas a ecuacionar
en tu cabeza y vas a intervenir en esa realidad a través de la materialización de todo ese proceso.”10
Salgado, en la entrevista con Ken Lassiter, anima a los estudiantes que se quieran involucrar en la fotografía de documental o humanitaria a hacerlo, porque “necesitamos más personas que hagan este tipo de trabajo”11. De hecho piensa que “toda persona puede ayudar, no necesariamente donando bienes materiales, sino formando parte del
debate, y preocupándose por lo que sucede en el mundo” es por ello que no sorprende que desee que “cada persona que entra a una de mis exposiciones sea al salir una persona diferente”.
1: The Photographer as Activist. A conversation with Sebastião Salgado. 27 de Octubre de 2004. Graduate School of Journalism – UC Berkeley.
2: “I don’t want anyone to appreciate the light or the palette of tones. I want my pictures to inform, to provoke discussion” (Popular Photography, May 2008 )
3: CARLIN, Paul. The Spectre of Hope. [Vídeo]. Iracus Films, 2001
4: “There is time for the photographer and the people in front of the camera to understand each other” (“Sebastião Salgado,” an interview by Ken Lassiter. Photographer’s Forum, 1994)
5: “It’s not the photographer who makes the picture, but the person being photographed.” – (Sebastião Salgado, Collector’s edition of Life, the Eisie Issue , Page: 160)
6: SASAHARA, Aline. Sebastião Salgado: Cidadão Do Mundo. [Vídeo]. SESCTV, 2000
7: CARLIN, Paul. op. cit.
8: SANCHÍS, Ima. Carta abierta de Sebastián Salgado a los jóvenes fotógrafos que quieren
comprometerse. Capçalera: revista del Col•legi de Periodistes de Barcelona. Marzo de 1995, pág 13.
9: SASAHARA, Aline. op. cit.
10: SANCHÍS, Ima. op. cit.
11: Sebastião Salgado,” an interview by Ken Lassiter. Photographer’s Forum, 1994