«El nuevo lenguaje del fotoperiodismo – Multimedia» con Ofelia de Pablo y Javier Zurita

Este fin de semana pasado he vuelto a coger las maletas para continuar con mi formación. El destino esta vez fue Madrid, y la ocasión, el taller con Ofelia de Pablo y Javier Zurita que Canon España Y World Press Photo habían organizado.

La pujante importancia que está adquiriendo el multimedia hace que cada vez más, el futuro que algunos aguraron años atrás, hoy en día esté más cerca de ser una realidad, y casi todos los medios ya reclaman contenido multimedia a la hora de presentar un trabajo.

He de agradecer la confianza y ese “último empujón” que me dió Daniel Roca a la hora de presentar mi candidatura para el workshop, pues tal vez sin sus ánimos, no hubiera enviado los trabajos, y sin ello, no estuviera escribiendo ahora mis experiencias sobre el taller.

La tarde del sábado transcurrió en una sesión de tipo teórico en la que se abordó desde pequeños consejos técnicos para evitar la aparición de “drops”, los accesorios que cumplían las premisas de necesarios a la vez que transportables para no limitarnos a los planos fijos, hasta pequeños consejos basados en la experiencia de los ponentes sobre qué es lo que los medios están demandando y qué no.

La importancia de tener un pre-guión, a pesar de que como fotoperiodistas, no sabes cual será el contenido final que realmente obtendrás hasta el momento de haberlo rodado, es mucho mayor que en el caso del reportaje de imagen fija, donde siempre es aconsejable pero es más habitual poder salvar la situación “sobre la marcha”.

El domingo, tras irme con Eduardo Bonilla de visita al rastro para hacer unas fotos, comenzamos la sesión con el pre-guión para rodar nuestro primer multimedia. Las ideas de los cerca de treinta asistentes fueron saliendo y poniéndose en común, hasta que, al final, salimos a la calle con el objetivo de llevarlas a ejecución.

Una vez tuvimos todo el material rodado y fotografiado, nos esperaba María Merino (Kiako Producciones) para montar el vídeo final, a la vez que aportar con sus consejos fruto de su experiencia. Puede parecer, a los que desconozcan como funciona el montaje de vídeo, que teniendo una montadora, era el momento de irse a tomar unas cañas, pero no (eso tendría lugar más tarde). Su función fue la de traducir nuestras exigencias a órdenes en el software, porque salvo en las producciones de bajo presupuesto en las que nos toca lidiar con todos los aspectos y somos nosotros quienes hacemos el montaje, la figura del montador no sabe qué partes del material obtenido dan sentido a lo que queramos contar, por lo que nuestra presencia sigue siendo tan fundamental como desde el primer momento.

Para acabar, comentaré que estoy encantado de haber conocido a un grupo de personas tan apasionadas por el fotoperiodismo como yo (Czuko Williams, Luca Piergiovanni, Nacho Guadaño, etc.) juntos hemos creado el multimedia que puedes ver a continuación, que ha servido para poner atención sobre muchos detalles mejorables y como seguro que no será el último, en el futuro esperemos que seamos capaces de hacerlos mejores.